La respuesta del Mesías y determinación de distintas áreas proféticas
* Oración
* Lectura devocional: (Salmo 90; Lc.18:1-8; Ap. 3:20-22)
Lc.18:1 al 8
1 Y PROPUSOLES también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar, 2 Diciendo: Había un juez en una ciudad, el cual ni temía á Dios, ni respetaba á hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía á él diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Pero él no quiso por algún tiempo; mas después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo á Dios, ni tengo respeto á hombre, 5 Todavía, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, porque al fin no venga y me muela. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto. 7 ¿Y Dios no hará justicia á sus escogidos, que claman á él día y noche, aunque sea longánime acerca de ellos? 8 Os digo que los defenderá presto. Empero cuando el Hijo del hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra. (Lc. 18:1-8- V.RV. 1909)
Ap. 3:20-22
20 He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. (Ap. 3:20-22 RV.1909)
Ø Período de Oración y Comentario libre
“La respuesta del Mesías y determinación de distintas áreas proféticas”
INTRODUCCIÓN al ESTUDIO
Les recomiendo tener cerca de sus meditaciones personales, y muy presente en sus pensamientos los signos del auténtico discipulado. Huyamos a toda costa del auto-engaño. Les recuerdo mis hermanas y hermanos lo dicho anteriormente: el hecho ineludible de que el auténtico discipulado conlleva “la cruz”- “la negación de nuestro yo” para sujetarnos a la voluntad del Señor, el Mesías que nos compró con su propia sangre. La voluntad del Señor, la voluntad de Dios para con nosotros, está bien clara y establecida en las mismas Escrituras, el propio Mesías dijo a sus apóstoles en la reunión de despedida: “Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos á él, y haremos con él morada.” (Jn. 23 RV. Antigua).
· Quiero insistir en la idea apostólica de una escatología en desarrollo permanente y progresivo hasta la consumación en la eternidad. No es simplemente algo que se espera en un futuro más o menos lejano en desconexión con un presente o un pasado. La escatología profética, mesiánica, divina, enseñada por los profetas y apóstoles, hermanas y hermanos está intrínsecamente asociada al Nombre. Al nombre de Dios: YAHWEH. EL ETERNO. El eterno YO SOY, HE SIDO, Y SEGUIRÉSIENDO. Y así leemos en el canto de alabanza y adoración en el cielo, ante el trono de la Deidad:
“Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor, y de dentro estaban llenos de ojos; y no tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, santo, santo el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.” (Ap. 4:8 RV―1909)
· En la eternidad pasada Dios. En el siglo temporal pasado: Dios. En el siglo presente (La Historia o las Eras): Dios. En el siglo futuro (la escatología realizada) o la eternidad: Dios. La Escatología, pues, debemos verla para ser completa, desde una mente TRINITARIA. En desarrollo y progresión ocupando los tres tiempos con que se declinan los verbos (al menos en las lenguas latinas y modernas): Pasado, Presente y Futuro. Y, asombrosamente en Dios será su eterno presente. ÉL no está controlado, encerrado, limitado al tiempo. En un sentido, en relación a su naturaleza que es eterna, para ÉL, no existe. No existe para ÉL el tiempo medible en y por el KRONOS humano bajo el sol.
· Las lecturas usadas como devocionales, enseñan el gobierno de Dios como permanente y presente en la Historia. Dios hace justicia a sus elegidos. (Solo hay que recordar los juicios de Dios en el A.T….y los Salmos de David etc.)- Y con la resurrección y ya en estado glorioso: el Mesías Hijo, el Testigo Fiel y Verdadero, el Soberano de la Creación está sentado en el trono del Padre (Dios) con su plena aprobación y contentamiento. No ocupa el trono supremo del universo y de todo lo existente por usurpación, como sí hace aquí en la tierra el obispado de Roma en sus pretensiones blasfemas de exaltada vicaría universal, de sometimiento a la Iglesia y los poderes terrenales.
Dios gobierna el UNIVERSO, la HISTORIA, y está
PRESENTE escatológicamente.